martes, 22 de julio de 2014

EL FRENESÍ DEL ASESINO MÚLTIPLE (III): EL PERFIL DEL ASESINO EN SERIE


Es el asesino más despiadado. El que infunde más miedo. El asesino en serie es el que comete al menos tres asesinatos, llevados a cabo en lugares y momentos diferentes, con un periodo de enfriamiento entre ellos. Además de estas características básicas, existen otras concretas que le diferencian de otros asesinos múltiples. Los asesinos en masa e itinerantes pierden el control sobre el curso de los acontecimientos una vez que inician su acción, sin embargo, el asesino en serie es capaz de controlar la situación.

Clasificación del asesino en serie

La clasificación más extendida es la que realizó la Oficina Federal de Investigación de los Estados Unidos (FBI), que divide a los asesinos en serie en tres tipos: organizados, desorganizados y mixtos, según el grado de organización en la escena del crimen.

Organizados:

Planifican sus crímenes, son metódicos. Cada asesinato es la materialización de una fantasía que han ido recreando durante mucho tiempo. Suelen ser psicópatas. La mayor parte de asesinos seriales pertenecen a este tipo y su número de víctimas es más elevado. Suelen tener antecedentes policiales y de violencia. Son competentes socialmente. Tienen una inteligencia media o superior y suelen vivir acompañados o incluso están casados.

Buscan información relacionada con sus crímenes en los medios de comunicación y se mantienen informados de la investigación. Pueden, incluso, establecer comunicación con la policía, siempre con el objetivo de demostrar su superioridad.

En cuanto a su relación con la víctima. Están motivados por el control y el dominio. Utilizan alguna estrategia para interactuar con la víctima para aproximarse a ella y controlarla. La agresión es planeada. Eligen a sus víctimas otorgándoles un significado especial. Con frecuencia la víctima es desconocida. Pueden coger objetos pertenecientes a la víctima como trofeos. Mantienen el control sobre su comportamiento agresivo. Suele aparecer evidencia de tortura, violación y actos agresivos previos a la muerte. El agresor organizado irá perfeccionando sus crímenes cada vez más. Suelen elegir también el arma del crimen.

Con el objetivo de ocultar evidencias y despistar a los investigadores para no ser detenidos, manipulan la escena del crimen, dejando pocos indicios, por ejemplo, intentan ocultar el cadáver o recorren largas distancias para cometer los crímenes.

Desorganizados:

Estos homicidas perpetran sus crímenes de forma impulsiva y totalmente improvisada. Suelen ser enfermos mentales, psicóticos que sufren delirios y actúan impulsados por éstos y por la gratificación sexual. Sus crímenes se caracterizan por su extrema violencia. Pueden mutilar o tener actividad sexual con los cadáveres. Suelen tener antecedentes policiales o psiquiátricos.

Son impulsivos, poco inteligentes, con baja autoestima. Presentan graves dificultades para establecer relaciones sociales. Suelen ser solteros, estar desempleados o realizar trabajos no cualificados. Suelen vivir solos o con los padres.

Eligen a sus víctimas de manera fortuita, cuando tienen la oportunidad de atacar, con lo que apenas interactúan con ellas. La víctima suele ser conocida. El ataque es sorpresivo y brutal para controlar a la víctima. Al no estar el crimen planificado, también es habitual que utilice como arma cualquier objeto que encuentre en el mismo lugar del crimen y allí mismo lo suele dejar. Deja muchos indicios en la escena. Ni siquiera trata de ocultar el cadáver. Es frecuente el suicidio después de cometer el crimen. Cometen los delitos cerca de donde viven. Dejan múltiples víctimas en poco tiempo.

Otras clasificaciones

Holmes y DeBurger, clasifican a los asesinos en serie en tres categorías:

Tipo visionario: coincide con una personalidad psicótica que actúa debido a las alucinaciones. Es del tipo desorganizado, por lo que su actuación es imprevisible, espontánea y, generalmente, muy violenta.

Tipo misionero: Está perfectamente integrado en la sociedad. Siente una necesidad de destruir a un grupo, tipo o sector social de cualquier clase, guiado por alguna razón de tipo personal. Toma la decisión de matar conscientemente. Es organizado.

Tipo hedonista: busca la satisfacción personal, que puede ser sexual, emocional o física, u orientada al poder y control. 

Clasificación según Kim Rossmo en función de sus movimientos geográficos.

Cazadores: operan desde una base y se desplazan con el propósito de encontrar un lugar y una víctima para perpetrar el crimen. Busca a sus víctimas en los alrededores de donde vive.

Tramperos: atraen con engaños a su víctima y le hacen caer en una trampa urdida por ellos. Con esas artimañas, lleva a la víctima al lugar donde la ataca.

Merodeadores: acechan y siguen a su víctima hasta encontrar el momento apropiado para atacar. Actúa en un área específica distinta de donde vive.

Pescadores: actúan contra su víctima aprovechando una oportunidad, mientras se encuentran realizando otras actividades. Actúa en su zona de actividad rutinaria.

Asesinas en serie

Hay autores que coinciden en que las asesinas en serie son más cuidadosas y precisas al cometer sus crímenes. En un estudio llevado a cabo por Kelleher, en el que examinó 100 casos desde 1900, encontró una duración promedio de 8 años antes de ser capturadas, el doble de los asesinos en serie hombres.

El porcentaje de asesinas en serie es menor que el de hombres. Las mujeres que actúan solas son frecuentemente maduras, cuidadosas, socialmente adaptadas y muy organizadas. Suelen atacar a víctimas en su domicilio o lugar de trabajo, y prefieren un arma concreta para cometer los asesinatos como el veneno,  la inyección mortal o la sofocación.

Las mujeres que actúan en compañía tienden a ser más jóvenes, agresivas, a veces desorganizadas y, generalmente, planean el ataque. Éstos ocurren en localidades diversas y utilizando para ello, armas, cuchillos y la tortura.

En la clasificación que propone Kelleher, se destaca:

Viuda negra: son asesinas seriales que matan a personas cercanas, sobre todo a la pareja, motivadas por interés económico.

Ángeles de la muerte: asesina sistemáticamente a personas que están bajo su cuidado o que reciben atención médica.

Predadoras sexuales: asesinan en claros actos sexuales.

Psicópatas: el crimen puede estar motivado por una ganancia económica, por celos o venganza.

Motivos del crimen en serie

Aparentemente el homicidio en serie carece de móvil. Se han presentado diversas definiciones y clasificaciones del asesinato en serie, algunas de ellas basadas en el móvil. Para Bourgoin (1993), el asesino en serie actúa movido exclusivamente por sus instintos sexuales, quedando fuera de la definición terroristas, sicarios o genocidas. Esta perspectiva fue en un principio sostenida por el FBI, pero luego se vio desfasada por otras investigaciones que han puesto de manifiesto la complejidad de la mente del homicida serial y de sus motivaciones para el crimen.

La mayor parte de asesinos en serie son psicópatas. Se trata de personas que padecen el trastorno de personalidad antisocial, recogido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Desórdenes Mentales.

En su libro El psicópata, el doctor en Psicología y criminólogo Vicente Garrido señala las principales características de estos individuos que están perfectamente integrados en la sociedad. Las particularidades de lo que él califica como “un camaleón en la sociedad” son las siguientes: locuacidad y encanto superficial; falta de remordimientos o sentimientos de culpa; falta de empatía; son egocéntricos, mentirosos y manipuladores; con emociones superficiales; impulsividad; deficiente control de la conducta; tienen una necesidad de excitación continuada; falta de responsabilidad; tienen problemas precoces de conducta; presentan conducta antisocial adulta.

Teniendo en cuenta estas características, se pueden intuir algunos motivos para estos comportamientos. Si bien, en el crimen en serie intervienen factores biológicos, psicológicos y sociales:

- Factores biológicos: predisposición a la violencia.

- Factores psicológicos y sociales: experiencias vitales, creencias distorsionadas y conflictos no resueltos que dirigen su comportamiento. Su impulso destructivo parece estar basado en la necesidad de autoafirmarse.

Skrapec realizó un estudio con varios asesinos en serie encarcelados para saber los motivos que les impulsaron a cometer los asesinatos. En resultado fue el siguiente:

Algunos se justificaron: reconocieron que habían obrado mal pero justificaban sus actos y, de hecho, acabaron culpando a la víctima y considerándose ellos las verdaderas víctimas.

Otro de los motivos que se descubrió fue la necesidad de poseer el poder y el control como una fantasía recurrente: el acto de matar les otorgaba una excitación que les daba una fuerte sensación de poder, aunque era fugaz.

Por último reconocían que el acto de matar les hacía sentirse vivos: les producía gran placer. Después de esto, les sobrevenía un estado de calma y sensación de alivio. Pero, según dijeron todos, no lograban conservar estas sensaciones y para hacer frente a este estado de intranquilidad, se refugiaban en el alcohol o en sus fantasías, aunque al final, el único modo de encontrar la tranquilidad era volver a matar.

Un motivo puede solapar a otro. Algunos asesinos en serie matan por la necesidad de satisfacer sus impulsos sexuales, aunque el motivo primario no sea la gratificación sexual, sino la sensación de control, poder, sentirse vivos, su exacerbado hedonismo, etcétera. Otro motivo puede ser el lucro económico o pueden actuar impulsados por alguna necesidad interior, la venganza o los celos, por ejemplo. Incluso algunos asesinos en serie alegan que matan por curiosidad, por saber lo que se siente, debido a la necesidad de excitación continuada y la búsqueda de emociones nuevas, que caracterizan al psicópata. Otros justifican sus actos por vanidad, por la búsqueda de fama.

Pocos asesinos en serie dejan de matar voluntariamente. Su carrera criminal suele terminar cuando son detenidos.



Fuentes y bibliografía:

Otín del Castillo, José Mª; Psicología criminal. Técnicas aplicadas de intervención e investigación policial. 1ª Ed. Valladolid. Lex Nova. 2009.

Soria Verde, Miguel Ángel et al.; Psicología Jurídica. Un enfoque criminológico. 1ª Ed. Las Rozas (Madrid). Delta Publicaciones. 2006.

Psicópatas y asesinos múltiples. Departamento de Psicología de la salud. 2007. Universidad de Alicante.

Garrido Genovés, Vicente; El psicópata. 8ª Ed. Algar Editorial. 2008.

Arango S. M y Guerrero, A. Aproximación al perfil de la mujer asesina en serie.


jueves, 29 de mayo de 2014

EL FRENESÍ DEL ASESINO MÚLTIPLE (II): EL PERFIL DEL SPREE KILLER


También llamado asesino itinerante o relámpago, el spree killer es un asesino múltiple que comete sus crímenes en lugares diferentes y en un breve periodo de tiempo; horas, días quizá. Aunque todos los crímenes ocurren en diferentes lugares, son derivados de una misma acción sin existir periodo de enfriamiento entre ellos, como sucede en el caso de los asesinos en serie.

El perfil típico se corresponde con el de psicóticos que, llevados por sus delirios, de grandeza o de persecución normalmente, salen a la calle armados y matando indiscriminadamente. Cuando se sienten acorralados se suicidan. Raramente son detenidos con vida.

Sus víctimas pueden ser casuales o desconocidas, incluso gente conocida, de su lugar de trabajo, vecinos o familia.

Tanto al asesino en masa como al itinerante no les importa la identidad de sus víctimas, a diferencia del asesino en serie que las clasifica.

Casos en España:

 
El crimen de La Pobla de Pasanant

El 19 de mayo de 1928, José Marimón, de 26 años y vecino de la aldea La Pobla de Pasanant, Tarragona, salió de su casa armado con una escopeta, un hacha y un puñal. Asesinó a diez personas. Ocho de sus víctimas fueron niños, a quienes, mediante engaño, fue llevando a un pajar, donde los mataba y ocultaba. De regreso al pueblo, disparó a otro chiquillo y escondió su cadáver en el campo. Después entró en el corral de una vecina y la mató. Cuando salió a la calle, disparó a una señora y a una joven, hiriéndolas a las dos. Acto seguido, cogió el hacha y atacó a otra mujer, que murió días más tarde debido a la gravedad de las heridas.

Marimón huyó a la montaña. Finalmente, fue sorprendido en una de las batidas de la Guardia Civil y asesinado el 27 de mayo.

Los crímenes de Jarabo

Se llamaba José María Manuel Pablo de la Cruz Jarabo Pérez-Moris y nació en 1923, en el seno de familia acomodada. Vivió en Puerto Rico y estuvo preso en América del Norte condenado por tráfico de drogas y de pornografía. En los años cincuenta regresó a España e importó lo aprendido en el mundo del hampa americano. Asesinó a cuatro personas en los días 19 y 21 de julio de 1958. Las víctimas fueron los propietarios de una casa de empeños, la mujer de uno de ellos y la criada.

En el verano de 1957 mantuvo un romance con una turista inglesa. Derrocharon tanto que decidió empeñar una sortija de su amante. Pasó el tiempo y la mujer regresó con su marido a Lyon, aunque siguió en contacto con Jarabo. En una de sus cartas le pedía que recuperara el anillo. Era la primavera del año 1958. Jarabo intentó varias veces recuperar la joya pero los prestamistas le pedían cada vez más intereses.

El 19 de julio de 1958 se coló en el portal de la vivienda de uno de los propietarios Jusfer, la casa de empeños. Logró que la criada le abriera la puerta del domicilio. Una vez dentro, asesinó al propietario de un disparo y a la criada con un cuchillo de cocina. Cuando llegó la mujer del prestamista la mató de un disparo. Pasó la noche en el piso con las tres víctimas. Un par de días más tarde entró en la casa de empeños con la llave de la víctima y asesinó al otro propietario.

Cuando fueron descubiertos los cuatro cadáveres Jarabo estaba dejando el traje manchado de sangre en una tintorería. Fue detenido cuando fue a recogerlo. Confesó todo. Fue condenado a cuatro penas de muerte. Fue ejecutado en el garrote el 4 de julio de 1959.

El asesino de Liermo

Ángel Campo Solana de 64 años, casado y con hijos, había sufrido una expropiación de terrenos, lo que le llevó a enfrentarse con numerosos convecinos de la pequeña localidad santanderina de Liermo, especialmente con los miembros de la Junta Vecinal, a los que fue buscando y dando muerte el 27 de noviembre de 1980. Aparecieron los cadáveres de siete personas, tres de ellas miembros de la Junta. Los otros eran familiares que acompañaban a las víctimas. Además, la venganza de Ángel se dirigía contra otra familia con la que había tenido anteriores disputas, asesinando a dos de sus miembros e hiriendo a otro de un disparo.

El cadáver de Campo fue hallado días más tarde en el interior de un nicho del cementerio de la vecina localidad de Langre. La autopsia reveló que se suicidó pocas horas después de cometer los crímenes.

El asesino de Sorribas

Paulino Fernández Vázquez, labrador de 64 años y casado, era vecino de aldea de Sorribas, perteneciente al municipio de Chantada, Lugo. El 8 de marzo de 1989 salió de su casa armado con un hacha y un cuchillo, con los que atacó a los vecinos que encontró a su paso. Primero asaltó a un vecino, que resultó herido. Después se dirigió al municipio de Taboada matando a siete personas e hiriendo a otras tantas. Horas después volvió a su casa y le prendió fuego. Su esposa, inválida, pudo ser rescatada. La Guardia Civil encontró el cuerpo carbonizado del homicida en su habitación.

Paulino confesó a algunos allegados que tenía miedo de que le quitaran sus tierras y que sufría fuertes dolores de cabeza.

El crimen de Puerto Hurraco

Los hechos sucedieron el 26 de agosto de 1990 en la localidad de Puerto Hurraco, Badajoz. Los hermanos Emilio y Antonio Izquierdo, armados con escopetas, dispararon contra los vecinos que tomaban el fresco en la calle. Asesinaron a nueve personas, dos de ellas niñas de la familia Cabanillas y seis personas resultaron heridas.

La causa de la matanza fueron las rencillas que desde hacía treinta años habían enfrentado a las dos familias; los Cabanillas, conocidos como “Amadeos” y los Izquierdo como los “Pataspelás”, por unas tierras. Jerónimo Izquierdo, el mayor de los hermanos, mató a Amadeo Cabanillas en 1967. Tras cumplir su condena en 1986 regresó al pueblo para vengar la muerte de su madre en el incendio de su casa en el año 1984 de la que culpó a los Cabanillas. Jerónimo apuñaló a Antonio Cabanillas que sobrevivió al ataque. Finalmente fue ingresado en un psiquiátrico y murió días más tarde.

Los Izquierdo, tuvieron que abandonar Puerto Hurraco y se trasladaron a Monterrubio de la Serena. Pero nunca se aplacaron sus ideas de venganza. Así pues, la tarde del 26 de agosto de 1990, los hermanos Izquierdo esperaban a que anocheciera armados en el interior de su furgoneta. Cuando llegó el momento, los hermanos cruzaron el pueblo disparando a los vecinos indiscriminadamente. Acto seguido, huyeron al monte. Al final fueron encontrados por la Guardia Civil. Incluso hirieron a dos guardiaciviles que intentaron detenerles.

Los hermanos Izquierdo ingresaron en la prisión de Badajoz tras ser condenados por la Audiencia Provincial en enero de 1994. Sus hermanas, Luciana y Ángela, señaladas como inductoras de la matanza, pero exculpadas por el juez, fueron internadas en un psiquiátrico de Mérida donde murieron en 2005. Emilio falleció de un infarto en la cárcel en 2006. Antonio murió en abril de 2010, ahorcado en su celda.

Los crímenes del Francés

Juan Medina Gordillo, un gaditano de 53 años apodado el Francés, acosaba continuamente a una joven de 23 años, por lo que había sido denunciado y detenido. El 27 de noviembre de 1996, fue al domicilio de la chica en Burgos, armado con una escopeta y la asesinó a ella y a sus dos hermanos menores. Después, se trasladó a la localidad burgalesa de San Millán de Lara, el pueblo natal de sus víctimas y donde él tenía casa. Fue a la vivienda de su exsuegra que se encontraba con la madre de las víctimas. Las asesinó y también a su excuñada. Después se encerró en su casa de San Millán y se quitó la vida de un disparo en el corazón.

Medina había abandonado años antes a su esposa y a su hijo en Francia y volvió a España, llegando a vivir con su exsuegra durante más de una década.

El asesino de Pereruela de Sáyago

Los hechos ocurrieron el 23 de junio de 1998, en Pereruela de Sáyago, Zamora. Vicente Carnero Herrero, de 70 años, disparó a una bombona de butano en su vivienda, provocando un incendio. A continuación, se dirigió a una panadería, disparando al propietario, que falleció. El hermano de la víctima consiguió desarmarle, pero Vicente huyó a su domicilio. En el inmueble colindante encontró a dos vecinas en el huerto y las asesinó con una azada. Después se suicidó arrojándose a un pozo.

El parricida de El Real de San Vicente

Los hechos sucedieron el 18 de febrero de 2007 en El Real de San Vicente, Toledo. Gregorio Ramos Rubio, prejubilado de 59 años, asesinó con un hacha a su madre, a su esposa y a su hijo, todos enfermos, en la casa familiar. A continuación, se trasladó a Talavera y atacó con el hacha a su hija pequeña de 22 años, que padecía una ligera discapacidad intelectual y a su otra hija de 25 años. Después, se arrojó al vacío desde la novena planta del edificio.

A Gregorio se le había diagnosticado un tumor cerebral.
 
El asesino de La Pobla de Vallbona
 
Vladimir Rausell, de origen ucraniano, asesinó el 28 de mayo de 2007 a su exnovia, a la madre de esta y a su primo en La Pobla de Vallbona, Valencia. Desde que la chica rompió la relación, Rausell la perseguía y la amenazaba con suicidarse. Reconoció que primero pensó en envenenarla. En un dibujo encontrado en su casa había escrito: "mi odio crece, mi ira aumenta". Fue incubando la idea de acabar con la vida de la joven.
 
La madrugada del 28 de mayo se coló en la vivienda de su exnovia y se escondió. Cuando la joven lo descubrió la degolló. También asesinó a la madre de la chica. Después, fue al desván a buscar el diario para comprobar si la joven tenía otra relación. Al salir de la casa se dirigió al domicilio de unos familiares. Al parecer, el primo le recriminaba su comportamiento con la joven. Cuando llegó, prendió fuego a la vivienda. El chico logró rescatar a su madre y a su hermana pero él falleció a consecuencia de las heridas.
 
Vladimir relató que sufrió malos tratos en su infancia, que su madre murió cuando él tenía nueve años y que había vivido en un orfanato y en la calle. Fue condenado a 59 años de internamiento en el centro penitenciario psiquiátrico de Fontcalent, Alicante.

 
El Pistolero de Olot

Pere Puig Puntí, albañil de 57 años asesinó a cuatro personas el 15 de diciembre de 2010, en la localidad de Olot, Gerona. Esa mañana temprano irrumpió vestido de cazador y armado con un rifle en un bar en el que se encontraban desayunando su jefe y el hijo de este. Sin mediar palabra los asesinó. A continuación, se dirigió con su coche a la Caja de Ahorros del Mediterráneo, (CAM). Allí asesinó a dos empleados de la sucursal. Cuando salió de la entidad bancaria confesó lo que había hecho a un policía local que en ese momento le estaba poniendo una multa por dejar mal estacionado el vehículo.

Puig declaró que mató a las primeras víctimas porque le debían dos pagas extras y que mató a los trabajadores del banco porque le informaron de que aún debía un crédito cuando él pensaba que ya lo tenía liquidado. También reconoció que su intención era matar a dos personas más porque decía que le "miraban mal", pero no las encontró.

En 2011, la Audiencia de Girona le condenó a 60 años de prisión.

El asesino de Mazarrón

Los hechos ocurrieron el 13 de noviembre de 2011. Aprovechando un permiso penitenciario meses antes, Jorge Agustín Sánchez Romero, de 43 años, se fugó de la prisión de Barcelona. En el mes de noviembre apareció en Mazarrón, Murcia. A los pocos días salió del hotel en el que se hospedaba armado con dos pistolas y un subfusil y cometió dos crímenes. Primero asesinó a un ciudadano boliviano afincado en Mazarrón. Quince minutos más tarde, disparaba a un joven de 16 años, que murió en el acto. Fue condenado en octubre de 2013 a 34 años de prisión.

Los crímenes de El Salobral

Los crímenes sucedieron el 20 de octubre de 2012 en la localidad albaceteña de El Salobral. Juan Carlos Alfaro, mecánico en paro de 39 años, conocido como “El fraguel” asesinó a dos vecinos y se dio a la fuga armado con un fusil y una pistola.

Primero había disparado a una niña de 13 años que falleció. Según se supo más tarde, él la acechaba porque ella le había rechazado. Confesó por teléfono a la Guardia Civil que había matado a la adolescente. Después entró en su casa, cogió un rifle y cuando salió a la calle lanzó una ráfaga. Uno de los tiros alcanzó a un vecino que falleció. En su huida, se cruzó con un familiar de la niña al que también disparó e hirió en un hombro.

Alfaro huyó al campo. Tras permanecer dos días oculto en una finca de su familia fue descubierto por la Guardia Civil. Después de seis horas cercado terminó suicidándose.


Fuentes y bibliografía:


Otín del Castillo, José Mª; Psicología criminal. Técnicas aplicadas de intervención e investigación policial. 1ª Ed. Valladolid. Lex Nova. 2009.

Soria Verde, Miguel Ángel et al.; Psicología Jurídica. Un enfoque criminológico. 1ª Ed. Las Rozas (Madrid). Delta Publicaciones. 2006.

García Roversi, Susana P. Asesinos Múltiples. El perfilador. Nº 7. Marzo 2012.

ABC

El Mundo

La Opinión de Murcia

El País

La Vanguardia

La Voz de Galicia

lunes, 14 de abril de 2014

EL FRENESÍ DEL ASESINO MÚLTIPLE (I): EL PERFIL DEL ASESINO EN MASA


Es sobrecogedor adentrarse en la mente del asesino y descubrir los comportamientos más siniestros del ser humano. Cuando se trata de asesinos múltiples, que cometen crímenes en los que la violencia estalla de forma indiscriminada y aparentemente casual, surgen más incógnitas. ¿Existe un perfil de este tipo de criminales?. ¿Cuáles son los detonantes que hacen que se desate el frenesí del asesino múltiple?. Según palabras del doctor Michael Stone, psiquiatra forense de la Universidad de Columbia, “cuando un asesino múltiple ataca, matará a quien esté en su camino. Las víctimas son trágicos ejemplos de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado”.

Se distinguen varios tipos de asesinos múltiples. El asesino en masa, que comete múltiples asesinatos en un solo acto y en un mismo lugar. El asesino en serie,  que asesina a varias personas en un largo periodo de tiempo y con un tiempo de enfriamiento entre los crímenes. El asesino relámpago o spree killer, que comete múltiples asesinatos en un periodo de tiempo corto, varias horas o días y en distintos lugares. También existen otros tipos de asesinos múltiples, relacionados con grandes organizaciones, genocidas, sicarios y terroristas.

Según el doctor Stone, a menudo los asesinos múltiples "tienen trastorno de personalidad antisocial, aunque hay otros que presentan otras enfermedades que le hacen perder control sobre los impulsos homicidas". Se trata de "personas no psicópatas que asesinan cuando la rabia contenida estalla".


 
El perfil del asesino en masa

Caracterizados por cometer múltiples asesinatos en un solo acto y en un mismo lugar, los asesinos en masa son mayoritariamente varones, con una media de edad de 40 años, solteros o divorciados, aunque suelen vivir en el seno de familias relativamente estables. Muchos han estado relacionados con una historia militar o han pertenecido a estamentos organizados.

Existe una elevada prevalencia de trastornos mentales graves en estos asesinos. Atacan sin distinción a muchas personas, eligiendo a sus víctimas únicamente por el simbolismo que les otorgan.

En sus crímenes raramente existe un móvil sexual, como sí ocurre en el caso de los asesinos en serie.

Por otro lado, los expertos aseguran que la publicidad sobre estos múltiples asesinatos tiende a provocar un efecto contagio en otros asesinos.

Jack Levin, director del Northeastern´s Brudnick Center de Conflictos y Violencia, enumera cinco factores comunes en la mayoría de asesinos en masa:

- Un largo historial de frustración y fracasos.

- Una tendencia a no aceptar sus culpas y a culpar a los demás.
- Socialmente aislados y solitarios.
- Un suceso clave acostumbra a desequilibrarles. Por ejemplo, una ruptura amorosa o un despido.
- Acceso a armas de fuego.


Los detonantes

El psiquiatra Jesús J. de la Gándara Martín, jefe del Servicio de Psiquiatría del Complejo Asistencial Universitario de Burgos, en un artículo para el diario El Mundo argumentaba que se trata de "conductas en cortocircuito, que acontecen de forma aparentemente inexplicable”.

Según puntualizaba de la Gándara, para que aparezcan estas conductas se necesita una incubación, unos precedentes y “casi siempre las investigaciones posteriores demuestran que presentaban rasgos anómalos de personalidad, alteraciones de conducta, comportamientos extravagantes, impulsivos o agresivos, los cuales fueron minusvalorados o desatendidos. Hasta que un día sucede algo que quiebra el equilibrio inestable y lo siguiente es el paso al acto, a la impulsividad incontrolable, la violencia furibunda”.

Los actos criminales de estos asesinos están motivados por la soledad, la baja autoestima, la venganza. El doctor Stone resume: "Estudios posteriores del pasado de asesinos múltiples, revelan que muchos han sufrido violencia parental y una infancia tormentosa. La consecuencia puede ser un nivel de frustración acumulada que se convierte en violencia y la antigua víctima es quien victimiza a los demás”.

Roy Baumeister, catedrático de Psicología de la Universidad de Florida cree que la exclusión social es clave para entender la rabia mostrada por los asesinos múltiples. Según Baumeister el sentimiento de rechazo tiene un impacto psicológico que es canalizado por algunas personas mediante la violencia.

James Alan Fox, profesor de Derecho Penal de Northeastern University de Boston asevera que el asesino en masa actúa de manera muy deliberada y determinada y que va a encontrar las armas que necesite, independientemente de los obstáculos que se pongan delante de él. "No es un acto impulsivo", recalca. Según Fox, “lo que motiva a los asesinos en masa es el deseo de venganza”, viéndose a sí mismos como víctimas que sufren una gran injusticia”.

Muy interesante es también la diferencia que hacen Levin y Fox sobre los tres tipos de venganza que motiva a estos asesinos: venganza específica, con objetivos fijados; venganza de clase, en la que los objetivos son determinados colectivos; y venganza contra el mundo, que es indiscriminada.

Muchos asesinatos masivos terminan con el suicidio del autor de los crímenes. Roger Lane, profesor emérito de historia en la Universidad de Haverford, dice que el asesinato en masa es una forma de suicidio, ya que estas personas “saben que no van a salirse con la suya”.

Un rasgo común a suicidas y homicidas violentos es que padecen alteraciones de ciertos circuitos y neurotransmisores cerebrales que conllevan la aparición de depresión, angustia e impulsividad. Según explica De la Gándara, "cuando la serotonina, sustancia que actúa como neuromodulador de afectos e impulsos, desciende patológicamente, favorece el paso al acto impulsivo, tanto en forma de autoagresividad como de heteroagresividad".

En cuanto a la prevención de estos actos, los expertos afirman que, independientemente de un control en el acceso a las armas de fuego, también contribuiría a la prevención un estudio neuropsiquiátrico en profundidad de los responsables de estos hechos.
Incluso advierten de la necesidad de realizar un seguimiento psicológico a las personas que poseen licencia de armas.

Fuentes y Bibliografía:

Psicópatas y asesinos múltiples. Departamento de Psicología de la salud. 2007. Universidad de Alicante. Disponible en:
http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/4097/19/Microsoft%20PowerPoint%20-%20Tema%2010.pdf

Jesús J. De la Gándara Martín. “Neurobiología de un asesinato masivo”. El Mundo. 15 de diciembre de 2012. Disponible en:
http://www.elmundo.es/america/2012/12/15/estados_unidos/1355527445.html

Los expertos analizan el perfil de los asesinos en masa. 20 minutos. 18/04/2007. Disponible en:
http://www.20minutos.es/noticia/224482/0/perfil/asesino/virginia/

Los asesinos de masas. El Observador. 30/07/2012. Disponible en:
http://www.elobservador.com.uy/noticia/229202/los-asesinos-de-masas/

Perfil de un psicópata- Asesinos múltiples. Discovery Max. Daily Motion. Disponible en:   http://www.dailymotion.com/video/xx1kfh_discovery-max-perfil-de-un-psicopata-17-asesinos-multiples_shortfilms


jueves, 10 de octubre de 2013

LA DESPIADADA MADRE DE HILDEGART


Carmen Rodríguez Carballeira, Hildegart, fue el fruto de un proyecto científico que diseñó su madre. Su historia fue terrible. Fue una niña prodigio, brillante, una hija sumisa que cuando quiso rebelarse acabó siendo asesinada a sangre fría por su propia madre. En la madrugada del 9 de junio de 1933 su progenitora le disparó cuatro tiros en la sien y en el pecho mientras dormía y después dijo: "Mi hija era pura como una virgen. La virgen roja la llamó Tornel en un artículo. Yo no quise que nadie me la quitara ni por amor ni por ideas políticas, porque había sido siempre sumisa y dócil a todos mis mandatos, y antes que nadie me la quitara me adelanté yo".



 
Un producto puro de la eugenesia
 
La despiadada madre de Hildegart se llamaba Aurora Rodríguez Carballeira y nació en Ferrol, La Coruña en 1879. Aurora quiso obtener un "producto puro de la eugenesia", para ello mantuvo relaciones con un hombre, un mero "colaborador fisiológico", según dijo, con el fin de quedarse embarazada de una niña para "formar su alma". Su plan era crear un ser colmado de perfecciones, un prodigio que iluminaría al mundo cruel, opaco y mediocre que la rodeaba. Según Aurora, su hija debía ser una "obra colosal, una revolucionaria, una reformadora... Un ser que supiese despreciar hasta el amor de los hombres".

Desde que era una niña, Aurora se creía un ser superior capaz de hacer realidad este proyecto ambicioso. Ella misma contó a los periodistas, días antes de asesinar a su hija, que había sido la educadora de un sobrino suyo, Pepito Arriola, famoso niño precoz dedicado a la música. Pasado un tiempo, la madre de la criatura se lo arrebató y entonces fue cuando ella pensó en alumbrar una "obra suya" que nadie le pudiera quitar.

Hildegart nació en diciembre de 1914. Tal y como ella deseaba la criatura concebida sin amor fue una niña. Hildegart demostraba poseer unas cualidades excepcionales. A sus 19 años había estudiado Derecho, Filosofía y Letras y estaba estudiando Medicina, también hablaba varios idiomas. A los 14 años ingresó en la U.G.T, después estuvo afiliada al Partido Socialista y luego al Partido Republicano Federal. La madre la llamaba Hildegart porque significa "jardín de la sabiduría" y era el seudónimo que empleaba para firmar sus artículos y sus libros, casi todos sobre temas relacionados con la sexología. También participaba en conferencias y actos políticos.


 
 
La niña crecía resignada al sacrificio y a la obediencia, bajo la implacable y vigilante mirada de su madre, que no se apartaba de ella ni un instante. Aurora actuaba como una terrible cancerbera que controlaba cada paso que daba su hija y jamás dejó que nadie se le acercara. Hildegart era la culminación de su obra.

El perverso plan de Aurora
 
La joven Hildegart pretendía independizarse y eso fue motivo de peleas entre madre e hija, ya que Aurora se negaba a aceptar la voluntad de Hildegart. Precisamente, según relataron los vecinos, la noche antes del crimen volvieron a discutir por el mismo asunto.

Además, y aunque nunca tuvo una relación amorosa conocida, se rumoreaba que estaba enamorada de un joven. Aurora, no se fiaba de nadie y sospechaba de esta relación. Llegó a intervenir las comunicaciones postales de su hija, incluso cortó con un cuchillo el hilo del teléfono.

A primera hora de la mañana del viernes 9 de junio de 1933, Aurora asesinaba a su única hija disparándole cuatro tiros. El hecho se produjo en el ático que compartían de la calle Galileo de Madrid. Momentos después se presentaba en el domicilio del diputado Botella Asensi para confesar el crimen y de allí, se dirigió al juzgado de guardia para entregarse y ratificar su confesión ante el juez.

Según se dedujo de lo que relataron los testigos, Aurora había premeditado su crimen. Al parecer, Aurora había estado probando el revólver en la azotea del inmueble. También acordó con una vecina que le entregaría sus animales domésticos para que aquella se encargara de ellos durante unos meses, argumentando que se iba a Cuba a visitar a un hermano. Ordenó a la criada que antes de preparar el desayuno fuese a llevar los perros a la vecina y ella se quedó en casa sola con su hija, que se encontraba durmiendo.

Después de cometer el asesinato se marchó. Se encontró con la portera del edificio y le dijo tranquilamente que salía a hacer un recado. Poco después llegaron la criada y la vecina para recoger un gato. Subieron las dos mujeres al piso, y cuando se encontraron a la joven muerta, completamente desnuda y bañada en sangre, salieron gritando aterrorizadas pidiendo auxilio. En la escena del crimen no se apreciaron señales de lucha.
 
El cadáver de Hildegart fue expuesto en el salón de actos del Círculo Republicano Federal de la madrileña calle Echegaray.


El juicio, la condena y el final de Aurora
 
Aurora se presentó en el juicio vestida con un traje negro de terciopelo, un abrigo de lana y pieles, un pequeño sombrero y guantes blancos. Además llevaba un ramo de claveles rojos.

El fiscal la acusaba de ser una despiadada asesina consciente y responsable de sus actos, una psicópata que asesinó a su hija de forma premeditada. La defensa se esforzaba en alegar que Aurora padecía una enfermedad mental y aunque admitía los hechos tal como el fiscal los presentaba, negaba la responsabilidad de Aurora.

Más tarde los periodistas le preguntaron a Aurora sobre los informes del fiscal y de la defensa y ella respondió: "Muy elocuentes y muy eficaces los dos desde sus respectivos puntos de vista, aunque, por lo que a mí respecta, cruel, despiadado, el primero, y desenfocado, erróneo el último. Yo no soy ni esa mujer perversa, desnaturalizada, de que ha hablado el señor Valenzuela, ni esa paranoica a que se refirió mi defensor en su discurso. Soy un espíritu superior al modo que se creía Taine superior también, no por su grandeza intrínseca y positiva, sino por la pequeñez y ruindad de los seres que nos rodean".

Reconoció el delito y dijo con frialdad que su hija le había pedido que la matara puesto que no tenía valentía para hacerlo. Aurora afirmó: "Disparé con certeza y serenidad para que no sufriera". "Cuando la vi sumida en el sueño más profundo, tomé el revólver, apliqué su cañón en la sien de mi hija y disparé. Su deseo estaba cumplido. Tres disparos más hice sobre su cuerpo para evitarle sufrimientos inútiles. Y así acabó todo. No me arrepiento en absoluto de mi obra. Cien veces que pudiera lo volvería a hacer, porque estoy orgullosa de haberla matado... Antes de verla hundida en el fango de la prostitución dorada y sirviendo de presa a la concupiscencia y las malas artes de los hombres", dijo.
 
Terminó exclamando: "No quiero que se me declare irresponsable, prefiero los muros de un presidio a la tristeza funeraria de un manicomio".

Al poco se conocía la sentencia que condenaba a Aurora Rodríguez Carballeira a la pena de 26 años, ocho meses y un día de reclusión.
 
Sobre la sentencia dijo: "La encuentro lógica, dentro de las normas espirituales al uso. Lo que celebro en ella más es que se me haya reconocido la lucidez, la responsabilidad de mis actos, que no se haya querido inutilizar mi obra con una demencia estúpida que no padezco".

El fin de Aurora Rodríguez Carballeira también suscitó curiosidad. Durante años existió cierta confusión sobre cómo habían sido sus últimos días. Con el estallido de la Guerra Civil se le pierde la pista. Pero años más tarde, aparece un documento en el que se constata que Aurora terminó sus días en el psiquiátrico de Ciempozuelos. Al principio no encajó bien su estancia en la cárcel, pero acabó asumiendo el correctivo institucional. El director y el médico del penal solicitaron su traslado al manicomio en el que ingresó el 24 de diciembre de 1935.
 
Después de 21 años encerrada, Aurora terminó sus días haciendo muñecos de trapo en aquel manicomio donde fue consumiéndose. Finalmente murió de cáncer el 28 de diciembre de 1956.
 
Fuentes y bibliografía:
 
El manuscrito encontrado en Ciempozuelos: análisis de la historia clínica de Aurora Rodríguez. Guillermo Rendueles Olmedo, Madrid: Endymion, D.L. 1989.
Crónica de Madrid
La Libertad
El Heraldo de Madrid
Luz




 

 

miércoles, 21 de agosto de 2013

EL SUICIDIO (II): LA TASA DE SUICIDIO Y SU RELACIÓN CON LA CRISIS ECONÓMICA


El suicidio ha sido siempre una realidad silenciada. Los medios de comunicación también han colaborado en ocultarla aferrándose a la idea de evitar un posible efecto contagio. Sin embargo, en los últimos tiempos y sobre todo, a principios de año, estas informaciones afloraban y la prensa dedicaba un mayor espacio a las noticias sobre suicidios. En ese momento se comenzaba a vincular el suicidio con los procesos de desahucio. De hecho, en los medios se hablaba de un aumento de la tasa de suicidio, motivado por la situación de crisis económica que está atravesando el país. 

En lo que llevamos de año, hemos conocido por la prensa alrededor de una veintena de casos de suicidio relacionados con la crisis económica, más que en todo el año 2012. La mayoría de fallecidos eran hombres de mediana edad con problemas económicos y familiares. 

Hay factores añadidos relacionados con el suicidio, como son los problemas financieros, sentimentales, el consumo de alcohol o las enfermedades mentales que, tras la pérdida del trabajo, pueden precipitar la conducta suicida. El desempleo supone un riesgo entre dos y cinco veces mayor de suicidio y ligeramente superior en los varones, sobre todo en el rango de edad de 35 a 45 años.

La tasa de desempleo en España ha ido aumentando progresivamente desde que estalló la crisis económica. Anteriormente, desde el año 2001 y hasta 2004 la tasa rondaba el 10 %, y a partir de 2005 bajó hasta situarse en torno al 8 %, (casi dos millones de parados). Pero es desde 2008 cuando la tasa se coloca en el 14 % con 3.207.900 parados. En el año 2009 fueron 4.326.500. En 2010, 4.696.600 desempleados. En 2011 fueron 5.273.600 y el año 2012 se cerraba con la triste cifra de 5.965.400 desempleados.

En el siguiente cuadro se puede ver la progresión.


Elaboración propia. Fuente: datos de Encuesta Población Activa (EPA) INE.

Por otra parte, según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), desde que empezó la crisis se han registrado alrededor de 400.000 ejecuciones hipotecarias. “Comparando los años 2008-2012 y el quinquenio anterior, las ejecuciones hipotecarias iniciadas se incrementaron un 368,7 %, lo que supone un aumento medio anual de un 73,7 %. Para las ejecuciones resueltas el incremento fue del 199,5 %, con media anual del 39,9 %. Y para las que quedaron en trámite al final del periodo, el incremento en los cinco años fue del 482,9 %, un 96,6 % anual. El número de las ejecuciones hipotecarias que estaban en trámite en los juzgados españoles al final de 2012 fue de 198.116”.


Elaboración propia. Fuente: CGPJ

Respecto a los lanzamientos, las estadísticas del CGPJ proporcionan dos parámetros de datos. Si bien, “los lanzamientos pueden afectar a muy distintos tipos de inmuebles, no solo viviendas, y que el que se soliciten a un servicio común no significa que este lo haya podido ejecutar”.

El número de lanzamientos solicitados a los servicios comunes de notificaciones y embargos se contabilizan desde el año 2008. Hasta 2011 los datos recopilados proceden de Servicios Comunes de Actos de Comunicación y Ejecución, a partir de 2012, los datos provienen además de Juzgados de Primera Instancia. 

Los datos del suicidio

Los datos del suicidio se mantienen constantes. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España se suicidan nueve personas al día y más del triple de hombres, (78,31 %) que de mujeres (22,56 %). (En la gráfica se observa que la tasa oscila aproximadamente entre el 7 y el 8,5 %, en torno a un punto y medio en la muestra).


 Elaboración propia. Fuente: INE


En 2000 se suicidaron 3.393 personas. En el año 2004 la cifra de suicidios ascendió, superando las 3.500 personas.

A partir de los datos del año 2005 se publican tablas específicas de defunciones por suicidio. En ese año el número de suicidios disminuyó un 3,6 % respecto al año anterior. Se suicidaron 3.381 personas, 2.557 hombres y 824 mujeres.

En 2006 se suicidaron 3.234 personas, 2.504 hombres y 730 mujeres. Una cifra similar se produjo en 2007.

Desde 2008 el suicidio es la primera causa externa de defunción al producirse un descenso de la mortalidad por accidentes de tráfico. Ese año se suicidaron 3.421 personas, el 22,6 % eran mujeres. En 2009 fueron 3.429 personas, ocho de cada diez fueron varones. Sin embargo, en 2010 se registró una de las cifras más bajas de los últimos veinte años. Habría que remontarse hasta 1993 para encontrar una cifra más baja, (3.037 suicidios). En 2010, se suicidaron 3.145 personas, 2.456 hombres y 689 mujeres. En 2011 los suicidios fueron 3.180.

En los últimos años, el número de desempleados y de desahucios ha ido aumentando. España es uno de los países europeos más azotados por la crisis económica, sin embargo la tasa de suicidio del país se sitúa entre las más bajas de Europa. En el siguiente cuadro se refleja el aumento de la tasa de desempleo, mientras que la tasa de suicidio se mantiene estable, incluso se aprecia una ligera disminución.



Elaboración propia. Fuente: INE


Los expertos no paran de repetir que la tasa de suicidio no ha aumentado con la crisis. Jesús Ezcurra, psiquiatra y jefe de servicios de la Red de Salud Mental de Álava, decía en una entrevista a El País el pasado mes de marzo que "antes de la crisis había más suicidios que ahora".

El presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, Miguel Gutiérrez, indicaba durante el transcurso del 21 Curso de Actualización de la Psiquiatría, celebrado el pasado mes de marzo en Vitoria, que “la conducta suicida es muy compleja como para hablar de causa y efecto y, por ejemplo, en los países mediterráneos hay muchos menos suicidios que en los nórdicos, con crisis o sin crisis”. Recordaba que en torno al 80 % de los suicidios está relacionado con trastornos psiquiátricos. Si bien, afirmaba que sí habían aumentado los casos de pacientes con enfermedades mentales.

En una entrevista para La Vanguardia, el catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Valencia y coordinador científico de la Estrategia Nacional de Salud Mental, Manuel Gómez Beneyto aseguraba que las estadísticas no reflejan ni un aumento ni un descenso de la tasa de suicidio en España, si bien "la relación entre el desahucio y el suicidio es evidente". También añadía que el número de personas que se han quitado la vida en relación con los desahucios no es suficiente para incrementar la tasa de suicidio en el país.

El sociólogo Emile Durkheim en El suicidio (1897) abordaba el estudio del suicidio desde un enfoque sociológico. Se basaba en que las tasas de suicidio eran constantes y que había diferencias entre países y en cada grupo social. Distinguía cuatro tipos de suicidio: altruista, egoísta, fatalista y anómico, este último producido a raíz de un cambio social brusco, que conlleva una situación de ausencia de normas y la consiguiente desorientación del individuo al ver fracasar sus expectativas, como sucede en momentos de quiebra o éxito repentinos. Según las investigaciones actuales, en el suicidio intervienen factores de tipo biológico, socio-ambiental y psicológico.

Suicidio y medios de comunicación

Según apuntaba la psiquiatra del Hospital de Santa Creu i San Pau de Barcelona, Carmen Tejedor, en una entrevista para La Vanguardia en 1994, una forma de prevención es “romper el tabú que ha existido en los medios. No se trata de morbo, sino de divulgar que se debe pedir ayuda”.

La psiquiatra Ana González Pinto, recomienda, ante situaciones como la actual de crisis, paro y desahucios, transmitir que hay “esperanza y tratamiento”.

El presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, Miquel Bernardo, reconoce que los medios de comunicación tienen derecho a informar sobre estos hechos y que la sociedad tiene derecho a estar informada, pero también asegura que hay una "alarma social" acerca de los suicidios relacionados con desahucios.

Según palabras del psiquiatra Gómez Beneyto: "los medios tienen que huir del sensacionalismo, del amarillismo...informar mal sí que puede provocar efecto llamada en los suicidios".

Tejedor en cambio, aunque reconoce que "sí que existe ese riesgo", mantiene que "los que se contagian ya están enfermos. Por oír hablar de suicidio nadie se quita la vida. Los beneficios de hablar sobre el suicidio son mucho mayores que los riesgos".

Antes no se informaba de los suicidios por miedo al efecto contagio, por la capacidad de influencia e impacto que tienen los medios de comunicación en general en el público. A este "efecto contagio" también se le denomina "efecto Werther", que toma este nombre por la novela de Johan W. Von Goethe titulada Los sufrimientos del joven Werther, (1774), en la que se narra la historia de un joven que tras un desengaño amoroso se suicida. La venta del libro se prohibió en algunos lugares de Europa al producirse una oleada de suicidios de jóvenes que usaron el mismo método que el protagonista.

Según la Organización Mundial de la Salud, “los suicidios que con mayor probabilidad atraen la atención de los medios de comunicación, son aquellos que se apartan de los patrones usuales”. Pero al “representarlos como típicos, perpetúa aún más la información errónea sobre el suicidio”.

No obstante, "existe siempre la posibilidad de que la publicidad sobre el suicidio pueda hacer que este parezca normal". Una cobertura repetitiva y continua del suicidio tiende a inducir y promover pensamientos suicidas, particularmente en poblaciones vulnerables (adolescentes y adultos jóvenes).

La OMS saca en el año 2000 una guía para los medios de comunicación para que informen adecuadamente sobre el suicidio. En resumen, se recomienda lo siguiente:

• Trabajar estrechamente con autoridades de la salud en la presentación de
los hechos.
• Referirse al suicidio como un hecho logrado, no uno exitoso.
• Presentar solo datos relevantes en las páginas interiores.
• Resaltar las alternativas al suicidio.
• Proporcionar información sobre líneas de ayuda y recursos comunitarios.
• Publicitar indicadores de riesgo y señales de advertencia.
• No publicar fotografías o notas suicidas.
• No informar sobre detalles específicos del método usado.
• No dar razones simplistas.
• No glorificar ni sensacionalizar el suicidio.
• No usar estereotipos religiosos o culturales.
• No aportar culpas.

El objetivo del documento es orientar a los medios para que informen adecuadamente sobre el suicidio, para que sea más visible y para contribuir a la prevención. El escrito se titula: Prevención del suicidio, un instrumento para profesionales de los medios de comunicación. (2000) y este es el enlace:
http://www.who.int/mental_health/media/media_spanish.pdf


Fuentes y bibliografía:

Suicidio y psiquiatría. Recomendaciones preventivas y de manejo del comportamiento suicida. Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental. Julio Bobes García, José Giner Ubago, Jerónimo Saiz Ruiz. (Editores). Triacastela 2011. Disponible en: http://www.fepsm.org/files/publicaciones/Suicidio_y_Psiquiatr%C3%ADa-Texto.pdf

Prevención del suicidio. Un instrumento para profesionales de los medios de comunicación”. Trastornos Mentales y Cerebrales. Departamento de Salud Mental y Toxicomanías. Organización Mundial de la Salud. Ginebra. 2000. Disponible en: http://www.who.int/mental_health/media/media_spanish.pdf

Instituto Nacional de Estadística (INE). (Sede Web). Sociedad/ Mercado Laboral/ EPA. Encuesta de población activa. Disponible en: http://www.ine.es/jaxi/menu.do?type=pcaxis&path=/t22/e308_mnu&file=inebase&L=0

Instituto Nacional de Estadística (INE). (Sede Web). Sociedad/ Salud/ Defunciones según la causa de muerte. Disponible en: http://www.ine.es/jaxi/menu.do?type=pcaxis&path=/t15/p417&file=inebase&L=0

Poder Judicial (Sede Web). Consejo General del Poder Judicial/ En Portada/ Los concursos aumentaron en 2012 un 28 por ciento.  Disponible en: 
http://www.poderjudicial.es/cgpj/es/Poder_Judicial/En_Portada/Los_concursos_aumentaron_en_2012_un_28_por_ciento

Poder Judicial (Sede Web). Poder Judicial España. /Temas/ Todos/ Estadística judicial/ Análisis estadístico/ La justicia dato a dato. Disponible en: 
http://www.poderjudicial.es/cgpj/es/Temas/Estadistica_Judicial/Analisis_estadistico/La_Justicia_dato_a_dato

Los psiquiatras advierten del peligro de inducción al suicidio con las noticias. El Mundo. 7 de marzo de 2013. Disponible en: http://www.elmundo.es/elmundo/2013/03/07/paisvasco/1362663260.html

Carmen Tejedor, psiquiatra: “el suicidio se evita hablando de él”. El Periódico. 28 de octubre de 2008. Disponible en: http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/20081028/carmen-tejedor-psiquiatra-suicidio-evita-hablando/242349.shtml

Los suicidas son aún tomados a la ligera en España, según expertos. El País. 13 de agosto de 1994. Disponible en:

Carmen Tejedor: “por oír hablar de suicidio nadie se quita la vida”. La Vanguardia. 19 de abril de 2012. Disponible en: http://www.lavanguardia.com/salud/20120419/54284935013/carmentejedor-por-oir-hablar-suicidio-nadie-se-quita-la-vida.html

Jesús Ezcurra. Psiquiatra. “Antes de la crisis había más suicidios que ahora”. El País. 10 de marzo de 2013. Disponible en: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/03/10/paisvasco/1362941226_875771.html

Manuel Gómez Beneyto: “La relación entre suicidio y desahucio es evidente”. La Vanguardia. 22 de marzo de 2013. Disponible en: