jueves, 29 de mayo de 2014

EL FRENESÍ DEL ASESINO MÚLTIPLE (II): EL PERFIL DEL SPREE KILLER


También llamado asesino itinerante o relámpago, el spree killer es un asesino múltiple que comete sus crímenes en lugares diferentes y en un breve periodo de tiempo; horas, días quizá. Aunque todos los crímenes ocurren en diferentes lugares, son derivados de una misma acción sin existir periodo de enfriamiento entre ellos, como sucede en el caso de los asesinos en serie.

El perfil típico se corresponde con el de psicóticos que, llevados por sus delirios, de grandeza o de persecución normalmente, salen a la calle armados y matando indiscriminadamente. Cuando se sienten acorralados se suicidan. Raramente son detenidos con vida.

Sus víctimas pueden ser casuales o desconocidas, incluso gente conocida, de su lugar de trabajo, vecinos o familia.

Tanto al asesino en masa como al itinerante no les importa la identidad de sus víctimas, a diferencia del asesino en serie que las clasifica.

Casos en España:

 
El crimen de La Pobla de Pasanant

El 19 de mayo de 1928, José Marimón, de 26 años y vecino de la aldea La Pobla de Pasanant, Tarragona, salió de su casa armado con una escopeta, un hacha y un puñal. Asesinó a diez personas. Ocho de sus víctimas fueron niños, a quienes, mediante engaño, fue llevando a un pajar, donde los mataba y ocultaba. De regreso al pueblo, disparó a otro chiquillo y escondió su cadáver en el campo. Después entró en el corral de una vecina y la mató. Cuando salió a la calle, disparó a una señora y a una joven, hiriéndolas a las dos. Acto seguido, cogió el hacha y atacó a otra mujer, que murió días más tarde debido a la gravedad de las heridas.

Marimón huyó a la montaña. Finalmente, fue sorprendido en una de las batidas de la Guardia Civil y asesinado el 27 de mayo.

Los crímenes de Jarabo

Se llamaba José María Manuel Pablo de la Cruz Jarabo Pérez-Moris y nació en 1923, en el seno de familia acomodada. Vivió en Puerto Rico y estuvo preso en América del Norte condenado por tráfico de drogas y de pornografía. En los años cincuenta regresó a España e importó lo aprendido en el mundo del hampa americano. Asesinó a cuatro personas en los días 19 y 21 de julio de 1958. Las víctimas fueron los propietarios de una casa de empeños, la mujer de uno de ellos y la criada.

En el verano de 1957 mantuvo un romance con una turista inglesa. Derrocharon tanto que decidió empeñar una sortija de su amante. Pasó el tiempo y la mujer regresó con su marido a Lyon, aunque siguió en contacto con Jarabo. En una de sus cartas le pedía que recuperara el anillo. Era la primavera del año 1958. Jarabo intentó varias veces recuperar la joya pero los prestamistas le pedían cada vez más intereses.

El 19 de julio de 1958 se coló en el portal de la vivienda de uno de los propietarios Jusfer, la casa de empeños. Logró que la criada le abriera la puerta del domicilio. Una vez dentro, asesinó al propietario de un disparo y a la criada con un cuchillo de cocina. Cuando llegó la mujer del prestamista la mató de un disparo. Pasó la noche en el piso con las tres víctimas. Un par de días más tarde entró en la casa de empeños con la llave de la víctima y asesinó al otro propietario.

Cuando fueron descubiertos los cuatro cadáveres Jarabo estaba dejando el traje manchado de sangre en una tintorería. Fue detenido cuando fue a recogerlo. Confesó todo. Fue condenado a cuatro penas de muerte. Fue ejecutado en el garrote el 4 de julio de 1959.

El asesino de Liermo

Ángel Campo Solana de 64 años, casado y con hijos, había sufrido una expropiación de terrenos, lo que le llevó a enfrentarse con numerosos convecinos de la pequeña localidad santanderina de Liermo, especialmente con los miembros de la Junta Vecinal, a los que fue buscando y dando muerte el 27 de noviembre de 1980. Aparecieron los cadáveres de siete personas, tres de ellas miembros de la Junta. Los otros eran familiares que acompañaban a las víctimas. Además, la venganza de Ángel se dirigía contra otra familia con la que había tenido anteriores disputas, asesinando a dos de sus miembros e hiriendo a otro de un disparo.

El cadáver de Campo fue hallado días más tarde en el interior de un nicho del cementerio de la vecina localidad de Langre. La autopsia reveló que se suicidó pocas horas después de cometer los crímenes.

El asesino de Sorribas

Paulino Fernández Vázquez, labrador de 64 años y casado, era vecino de aldea de Sorribas, perteneciente al municipio de Chantada, Lugo. El 8 de marzo de 1989 salió de su casa armado con un hacha y un cuchillo, con los que atacó a los vecinos que encontró a su paso. Primero asaltó a un vecino, que resultó herido. Después se dirigió al municipio de Taboada matando a siete personas e hiriendo a otras tantas. Horas después volvió a su casa y le prendió fuego. Su esposa, inválida, pudo ser rescatada. La Guardia Civil encontró el cuerpo carbonizado del homicida en su habitación.

Paulino confesó a algunos allegados que tenía miedo de que le quitaran sus tierras y que sufría fuertes dolores de cabeza.

El crimen de Puerto Hurraco

Los hechos sucedieron el 26 de agosto de 1990 en la localidad de Puerto Hurraco, Badajoz. Los hermanos Emilio y Antonio Izquierdo, armados con escopetas, dispararon contra los vecinos que tomaban el fresco en la calle. Asesinaron a nueve personas, dos de ellas niñas de la familia Cabanillas y seis personas resultaron heridas.

La causa de la matanza fueron las rencillas que desde hacía treinta años habían enfrentado a las dos familias; los Cabanillas, conocidos como “Amadeos” y los Izquierdo como los “Pataspelás”, por unas tierras. Jerónimo Izquierdo, el mayor de los hermanos, mató a Amadeo Cabanillas en 1967. Tras cumplir su condena en 1986 regresó al pueblo para vengar la muerte de su madre en el incendio de su casa en el año 1984 de la que culpó a los Cabanillas. Jerónimo apuñaló a Antonio Cabanillas que sobrevivió al ataque. Finalmente fue ingresado en un psiquiátrico y murió días más tarde.

Los Izquierdo, tuvieron que abandonar Puerto Hurraco y se trasladaron a Monterrubio de la Serena. Pero nunca se aplacaron sus ideas de venganza. Así pues, la tarde del 26 de agosto de 1990, los hermanos Izquierdo esperaban a que anocheciera armados en el interior de su furgoneta. Cuando llegó el momento, los hermanos cruzaron el pueblo disparando a los vecinos indiscriminadamente. Acto seguido, huyeron al monte. Al final fueron encontrados por la Guardia Civil. Incluso hirieron a dos guardiaciviles que intentaron detenerles.

Los hermanos Izquierdo ingresaron en la prisión de Badajoz tras ser condenados por la Audiencia Provincial en enero de 1994. Sus hermanas, Luciana y Ángela, señaladas como inductoras de la matanza, pero exculpadas por el juez, fueron internadas en un psiquiátrico de Mérida donde murieron en 2005. Emilio falleció de un infarto en la cárcel en 2006. Antonio murió en abril de 2010, ahorcado en su celda.

Los crímenes del Francés

Juan Medina Gordillo, un gaditano de 53 años apodado el Francés, acosaba continuamente a una joven de 23 años, por lo que había sido denunciado y detenido. El 27 de noviembre de 1996, fue al domicilio de la chica en Burgos, armado con una escopeta y la asesinó a ella y a sus dos hermanos menores. Después, se trasladó a la localidad burgalesa de San Millán de Lara, el pueblo natal de sus víctimas y donde él tenía casa. Fue a la vivienda de su exsuegra que se encontraba con la madre de las víctimas. Las asesinó y también a su excuñada. Después se encerró en su casa de San Millán y se quitó la vida de un disparo en el corazón.

Medina había abandonado años antes a su esposa y a su hijo en Francia y volvió a España, llegando a vivir con su exsuegra durante más de una década.

El asesino de Pereruela de Sáyago

Los hechos ocurrieron el 23 de junio de 1998, en Pereruela de Sáyago, Zamora. Vicente Carnero Herrero, de 70 años, disparó a una bombona de butano en su vivienda, provocando un incendio. A continuación, se dirigió a una panadería, disparando al propietario, que falleció. El hermano de la víctima consiguió desarmarle, pero Vicente huyó a su domicilio. En el inmueble colindante encontró a dos vecinas en el huerto y las asesinó con una azada. Después se suicidó arrojándose a un pozo.

El parricida de El Real de San Vicente

Los hechos sucedieron el 18 de febrero de 2007 en El Real de San Vicente, Toledo. Gregorio Ramos Rubio, prejubilado de 59 años, asesinó con un hacha a su madre, a su esposa y a su hijo, todos enfermos, en la casa familiar. A continuación, se trasladó a Talavera y atacó con el hacha a su hija pequeña de 22 años, que padecía una ligera discapacidad intelectual y a su otra hija de 25 años. Después, se arrojó al vacío desde la novena planta del edificio.

A Gregorio se le había diagnosticado un tumor cerebral.
 
El asesino de La Pobla de Vallbona
 
Vladimir Rausell, de origen ucraniano, asesinó el 28 de mayo de 2007 a su exnovia, a la madre de esta y a su primo en La Pobla de Vallbona, Valencia. Desde que la chica rompió la relación, Rausell la perseguía y la amenazaba con suicidarse. Reconoció que primero pensó en envenenarla. En un dibujo encontrado en su casa había escrito: "mi odio crece, mi ira aumenta". Fue incubando la idea de acabar con la vida de la joven.
 
La madrugada del 28 de mayo se coló en la vivienda de su exnovia y se escondió. Cuando la joven lo descubrió la degolló. También asesinó a la madre de la chica. Después, fue al desván a buscar el diario para comprobar si la joven tenía otra relación. Al salir de la casa se dirigió al domicilio de unos familiares. Al parecer, el primo le recriminaba su comportamiento con la joven. Cuando llegó, prendió fuego a la vivienda. El chico logró rescatar a su madre y a su hermana pero él falleció a consecuencia de las heridas.
 
Vladimir relató que sufrió malos tratos en su infancia, que su madre murió cuando él tenía nueve años y que había vivido en un orfanato y en la calle. Fue condenado a 59 años de internamiento en el centro penitenciario psiquiátrico de Fontcalent, Alicante.

 
El Pistolero de Olot

Pere Puig Puntí, albañil de 57 años asesinó a cuatro personas el 15 de diciembre de 2010, en la localidad de Olot, Gerona. Esa mañana temprano irrumpió vestido de cazador y armado con un rifle en un bar en el que se encontraban desayunando su jefe y el hijo de este. Sin mediar palabra los asesinó. A continuación, se dirigió con su coche a la Caja de Ahorros del Mediterráneo, (CAM). Allí asesinó a dos empleados de la sucursal. Cuando salió de la entidad bancaria confesó lo que había hecho a un policía local que en ese momento le estaba poniendo una multa por dejar mal estacionado el vehículo.

Puig declaró que mató a las primeras víctimas porque le debían dos pagas extras y que mató a los trabajadores del banco porque le informaron de que aún debía un crédito cuando él pensaba que ya lo tenía liquidado. También reconoció que su intención era matar a dos personas más porque decía que le "miraban mal", pero no las encontró.

En 2011, la Audiencia de Girona le condenó a 60 años de prisión.

El asesino de Mazarrón

Los hechos ocurrieron el 13 de noviembre de 2011. Aprovechando un permiso penitenciario meses antes, Jorge Agustín Sánchez Romero, de 43 años, se fugó de la prisión de Barcelona. En el mes de noviembre apareció en Mazarrón, Murcia. A los pocos días salió del hotel en el que se hospedaba armado con dos pistolas y un subfusil y cometió dos crímenes. Primero asesinó a un ciudadano boliviano afincado en Mazarrón. Quince minutos más tarde, disparaba a un joven de 16 años, que murió en el acto. Fue condenado en octubre de 2013 a 34 años de prisión.

Los crímenes de El Salobral

Los crímenes sucedieron el 20 de octubre de 2012 en la localidad albaceteña de El Salobral. Juan Carlos Alfaro, mecánico en paro de 39 años, conocido como “El fraguel” asesinó a dos vecinos y se dio a la fuga armado con un fusil y una pistola.

Primero había disparado a una niña de 13 años que falleció. Según se supo más tarde, él la acechaba porque ella le había rechazado. Confesó por teléfono a la Guardia Civil que había matado a la adolescente. Después entró en su casa, cogió un rifle y cuando salió a la calle lanzó una ráfaga. Uno de los tiros alcanzó a un vecino que falleció. En su huida, se cruzó con un familiar de la niña al que también disparó e hirió en un hombro.

Alfaro huyó al campo. Tras permanecer dos días oculto en una finca de su familia fue descubierto por la Guardia Civil. Después de seis horas cercado terminó suicidándose.


Fuentes y bibliografía:


Otín del Castillo, José Mª; Psicología criminal. Técnicas aplicadas de intervención e investigación policial. 1ª Ed. Valladolid. Lex Nova. 2009.

Soria Verde, Miguel Ángel et al.; Psicología Jurídica. Un enfoque criminológico. 1ª Ed. Las Rozas (Madrid). Delta Publicaciones. 2006.

García Roversi, Susana P. Asesinos Múltiples. El perfilador. Nº 7. Marzo 2012.

ABC

El Mundo

La Opinión de Murcia

El País

La Vanguardia

La Voz de Galicia

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