martes, 22 de julio de 2014

EL FRENESÍ DEL ASESINO MÚLTIPLE (III): EL PERFIL DEL ASESINO EN SERIE


Es el asesino más despiadado. El que infunde más miedo. El asesino en serie es el que comete al menos tres asesinatos, llevados a cabo en lugares y momentos diferentes, con un periodo de enfriamiento entre ellos. Además de estas características básicas, existen otras concretas que le diferencian de otros asesinos múltiples. Los asesinos en masa e itinerantes pierden el control sobre el curso de los acontecimientos una vez que inician su acción, sin embargo, el asesino en serie es capaz de controlar la situación.

Clasificación del asesino en serie

La clasificación más extendida es la que realizó la Oficina Federal de Investigación de los Estados Unidos (FBI), que divide a los asesinos en serie en tres tipos: organizados, desorganizados y mixtos, según el grado de organización en la escena del crimen.

Organizados:

Planifican sus crímenes, son metódicos. Cada asesinato es la materialización de una fantasía que han ido recreando durante mucho tiempo. Suelen ser psicópatas. La mayor parte de asesinos seriales pertenecen a este tipo y su número de víctimas es más elevado. Suelen tener antecedentes policiales y de violencia. Son competentes socialmente. Tienen una inteligencia media o superior y suelen vivir acompañados o incluso están casados.

Buscan información relacionada con sus crímenes en los medios de comunicación y se mantienen informados de la investigación. Pueden, incluso, establecer comunicación con la policía, siempre con el objetivo de demostrar su superioridad.

En cuanto a su relación con la víctima. Están motivados por el control y el dominio. Utilizan alguna estrategia para interactuar con la víctima para aproximarse a ella y controlarla. La agresión es planeada. Eligen a sus víctimas otorgándoles un significado especial. Con frecuencia la víctima es desconocida. Pueden coger objetos pertenecientes a la víctima como trofeos. Mantienen el control sobre su comportamiento agresivo. Suele aparecer evidencia de tortura, violación y actos agresivos previos a la muerte. El agresor organizado irá perfeccionando sus crímenes cada vez más. Suelen elegir también el arma del crimen.

Con el objetivo de ocultar evidencias y despistar a los investigadores para no ser detenidos, manipulan la escena del crimen, dejando pocos indicios, por ejemplo, intentan ocultar el cadáver o recorren largas distancias para cometer los crímenes.

Desorganizados:

Estos homicidas perpetran sus crímenes de forma impulsiva y totalmente improvisada. Suelen ser enfermos mentales, psicóticos que sufren delirios y actúan impulsados por éstos y por la gratificación sexual. Sus crímenes se caracterizan por su extrema violencia. Pueden mutilar o tener actividad sexual con los cadáveres. Suelen tener antecedentes policiales o psiquiátricos.

Son impulsivos, poco inteligentes, con baja autoestima. Presentan graves dificultades para establecer relaciones sociales. Suelen ser solteros, estar desempleados o realizar trabajos no cualificados. Suelen vivir solos o con los padres.

Eligen a sus víctimas de manera fortuita, cuando tienen la oportunidad de atacar, con lo que apenas interactúan con ellas. La víctima suele ser conocida. El ataque es sorpresivo y brutal para controlar a la víctima. Al no estar el crimen planificado, también es habitual que utilice como arma cualquier objeto que encuentre en el mismo lugar del crimen y allí mismo lo suele dejar. Deja muchos indicios en la escena. Ni siquiera trata de ocultar el cadáver. Es frecuente el suicidio después de cometer el crimen. Cometen los delitos cerca de donde viven. Dejan múltiples víctimas en poco tiempo.

Otras clasificaciones

Holmes y DeBurger, clasifican a los asesinos en serie en tres categorías:

Tipo visionario: coincide con una personalidad psicótica que actúa debido a las alucinaciones. Es del tipo desorganizado, por lo que su actuación es imprevisible, espontánea y, generalmente, muy violenta.

Tipo misionero: Está perfectamente integrado en la sociedad. Siente una necesidad de destruir a un grupo, tipo o sector social de cualquier clase, guiado por alguna razón de tipo personal. Toma la decisión de matar conscientemente. Es organizado.

Tipo hedonista: busca la satisfacción personal, que puede ser sexual, emocional o física, u orientada al poder y control. 

Clasificación según Kim Rossmo en función de sus movimientos geográficos.

Cazadores: operan desde una base y se desplazan con el propósito de encontrar un lugar y una víctima para perpetrar el crimen. Busca a sus víctimas en los alrededores de donde vive.

Tramperos: atraen con engaños a su víctima y le hacen caer en una trampa urdida por ellos. Con esas artimañas, lleva a la víctima al lugar donde la ataca.

Merodeadores: acechan y siguen a su víctima hasta encontrar el momento apropiado para atacar. Actúa en un área específica distinta de donde vive.

Pescadores: actúan contra su víctima aprovechando una oportunidad, mientras se encuentran realizando otras actividades. Actúa en su zona de actividad rutinaria.

Asesinas en serie

Hay autores que coinciden en que las asesinas en serie son más cuidadosas y precisas al cometer sus crímenes. En un estudio llevado a cabo por Kelleher, en el que examinó 100 casos desde 1900, encontró una duración promedio de 8 años antes de ser capturadas, el doble de los asesinos en serie hombres.

El porcentaje de asesinas en serie es menor que el de hombres. Las mujeres que actúan solas son frecuentemente maduras, cuidadosas, socialmente adaptadas y muy organizadas. Suelen atacar a víctimas en su domicilio o lugar de trabajo, y prefieren un arma concreta para cometer los asesinatos como el veneno,  la inyección mortal o la sofocación.

Las mujeres que actúan en compañía tienden a ser más jóvenes, agresivas, a veces desorganizadas y, generalmente, planean el ataque. Éstos ocurren en localidades diversas y utilizando para ello, armas, cuchillos y la tortura.

En la clasificación que propone Kelleher, se destaca:

Viuda negra: son asesinas seriales que matan a personas cercanas, sobre todo a la pareja, motivadas por interés económico.

Ángeles de la muerte: asesina sistemáticamente a personas que están bajo su cuidado o que reciben atención médica.

Predadoras sexuales: asesinan en claros actos sexuales.

Psicópatas: el crimen puede estar motivado por una ganancia económica, por celos o venganza.

Motivos del crimen en serie

Aparentemente el homicidio en serie carece de móvil. Se han presentado diversas definiciones y clasificaciones del asesinato en serie, algunas de ellas basadas en el móvil. Para Bourgoin (1993), el asesino en serie actúa movido exclusivamente por sus instintos sexuales, quedando fuera de la definición terroristas, sicarios o genocidas. Esta perspectiva fue en un principio sostenida por el FBI, pero luego se vio desfasada por otras investigaciones que han puesto de manifiesto la complejidad de la mente del homicida serial y de sus motivaciones para el crimen.

La mayor parte de asesinos en serie son psicópatas. Se trata de personas que padecen el trastorno de personalidad antisocial, recogido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Desórdenes Mentales.

En su libro El psicópata, el doctor en Psicología y criminólogo Vicente Garrido señala las principales características de estos individuos que están perfectamente integrados en la sociedad. Las particularidades de lo que él califica como “un camaleón en la sociedad” son las siguientes: locuacidad y encanto superficial; falta de remordimientos o sentimientos de culpa; falta de empatía; son egocéntricos, mentirosos y manipuladores; con emociones superficiales; impulsividad; deficiente control de la conducta; tienen una necesidad de excitación continuada; falta de responsabilidad; tienen problemas precoces de conducta; presentan conducta antisocial adulta.

Teniendo en cuenta estas características, se pueden intuir algunos motivos para estos comportamientos. Si bien, en el crimen en serie intervienen factores biológicos, psicológicos y sociales:

- Factores biológicos: predisposición a la violencia.

- Factores psicológicos y sociales: experiencias vitales, creencias distorsionadas y conflictos no resueltos que dirigen su comportamiento. Su impulso destructivo parece estar basado en la necesidad de autoafirmarse.

Skrapec realizó un estudio con varios asesinos en serie encarcelados para saber los motivos que les impulsaron a cometer los asesinatos. En resultado fue el siguiente:

Algunos se justificaron: reconocieron que habían obrado mal pero justificaban sus actos y, de hecho, acabaron culpando a la víctima y considerándose ellos las verdaderas víctimas.

Otro de los motivos que se descubrió fue la necesidad de poseer el poder y el control como una fantasía recurrente: el acto de matar les otorgaba una excitación que les daba una fuerte sensación de poder, aunque era fugaz.

Por último reconocían que el acto de matar les hacía sentirse vivos: les producía gran placer. Después de esto, les sobrevenía un estado de calma y sensación de alivio. Pero, según dijeron todos, no lograban conservar estas sensaciones y para hacer frente a este estado de intranquilidad, se refugiaban en el alcohol o en sus fantasías, aunque al final, el único modo de encontrar la tranquilidad era volver a matar.

Un motivo puede solapar a otro. Algunos asesinos en serie matan por la necesidad de satisfacer sus impulsos sexuales, aunque el motivo primario no sea la gratificación sexual, sino la sensación de control, poder, sentirse vivos, su exacerbado hedonismo, etcétera. Otro motivo puede ser el lucro económico o pueden actuar impulsados por alguna necesidad interior, la venganza o los celos, por ejemplo. Incluso algunos asesinos en serie alegan que matan por curiosidad, por saber lo que se siente, debido a la necesidad de excitación continuada y la búsqueda de emociones nuevas, que caracterizan al psicópata. Otros justifican sus actos por vanidad, por la búsqueda de fama.

Pocos asesinos en serie dejan de matar voluntariamente. Su carrera criminal suele terminar cuando son detenidos.



Fuentes y bibliografía:

Otín del Castillo, José Mª; Psicología criminal. Técnicas aplicadas de intervención e investigación policial. 1ª Ed. Valladolid. Lex Nova. 2009.

Soria Verde, Miguel Ángel et al.; Psicología Jurídica. Un enfoque criminológico. 1ª Ed. Las Rozas (Madrid). Delta Publicaciones. 2006.

Psicópatas y asesinos múltiples. Departamento de Psicología de la salud. 2007. Universidad de Alicante.

Garrido Genovés, Vicente; El psicópata. 8ª Ed. Algar Editorial. 2008.

Arango S. M y Guerrero, A. Aproximación al perfil de la mujer asesina en serie.


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